Años atrás, la procesión del Corpus era un auténtico acontecimiento en el pueblo. En honor a la gente joven y también a la familia argentina que sigue el blog, debo reconocer que no lo recuerdo y que sólo la memoria de mi hermana ha hecho posible rememorar cómo era esta procesión, digamos hace cuarenta años. Entonces las calles del pueblo eran de tierra y piedras, junto con los consiguientes "charcos" producto de los "michinales". Pues bien, los vecinos barrían el trozo de calle que les correspondía y se organizaban para hacer varias "casitas" (pequeños altares en los que la procesión del Corpus se iría deteniendo para realizar sus ofrendas y oraciones).
En la procesión del Corpus de este año únicamente hubo dos "casitas". La "casita del barrio de arriba" y la "casita del barrio de abajo", en un intento de seguir manteniendo en el pueblo este tipo de tradiciones que parece se van esfumando sin que surja el deseable relevo generacional.
Independientemente de las creencias de cada cual, ¿no sería bonito realizar un esfuerzo por continuar manteniendo nuestras tradiciones?
En la procesión del Corpus de este año únicamente hubo dos "casitas". La "casita del barrio de arriba" y la "casita del barrio de abajo", en un intento de seguir manteniendo en el pueblo este tipo de tradiciones que parece se van esfumando sin que surja el deseable relevo generacional.
Independientemente de las creencias de cada cual, ¿no sería bonito realizar un esfuerzo por continuar manteniendo nuestras tradiciones?