domingo, 30 de diciembre de 2012

Trashumancia en Cubillas de Arbas

Magnífica colaboración de Siro:

"En este pueblo, la trashumancia  vive todavía. Iniciada a finales del siglo XIII con la Mesta, esta  ancestral forma de explotación del ganado perdura hasta nuestros días. Se aprovechan los pastizales de verano y primavera en las montañas del norte y se trasladan a las dehesas de Extremadura cuando el frío y nieve ya no dejan ni una brizna de hierba.  Así ha sido desde hace más de 800 años.

Si tienes  la suerte de poder participar en las labores previas, aunque sólo sea de mirón o de turista, asomado al corral, con el palo en la mano,  estás viviendo algo con siglos de historia. En Cubillas de Arbas ya no son ovejas como antes, sino vacas. Vacas de carne que pasan la primavera y el verano en el campo.

Benigno, hijo y sobrino de trashumantes,  recoge el ganado a finales del otoño, aprovechando los últimos pastos y rayando con las primeras nieves. Sube al monte a buscarlas, las llama,  y poco a poco  se van acercando, saliendo de sus refugios, agrupándose. Manejar en el campo tantas vacas no es fácil, hay que separarlas y reagruparlas para poder acomodarlas correctamente en los camiones.  Toda la manada tiene que ser revisada  una a una antes de cargar.

Este año, a pesar contar con la ayuda del pastor eléctrico en gran parte del recorrido, nos costó mucho bajarlas. Estaban nerviosas,  intranquilas…, se olía la nieve.

Una vez en el corral, comienza el embarque. Hay que separar  los animales para colocarlos adecuadamente  evitando que se hagan daño unos a otros. Se agrupan los terneros, las vacas grandes, las recién paridas, los toros, y se colocan dentro del camión por secciones, repartiendo bien los pesos, para que no se desequilibre.  Van algo apretadas, pero así no se caen ni se pelean.

Poco a poco los camiones se van llenando, en el corral quedan menos animales,  hasta que entra el último, cierran la puerta,  se pasan los cerrojos  y se levanta la rampa… El viaje comenzará en menos de 15 minutos.

Preparan las “guías”, -documentación necesaria para mover el ganado de un sitio a otro-, se comprueban,  una última revisión  para asegurarse de la correcta colocación de todos los animales,  y en marcha. Hay que moverse deprisa, todavía quedan  6 u 8 horas de viaje y hay que descargar antes de acostarse.

Por delante  esperan seis meses de vivir por y para el ganado, de trabajo diario en las cercas, de atender partos, de vigilar enfermedades.  Verán pasar el invierno,  menos crudo que en casa, pero mas duro. Lejos de la familia.

Los tres ganaderos que quedan en Cubillas son trashumantes, unos a Extremadura y otro, a la ribera. No están solos en esta historia, pero pueden ser los últimos."

2 comentarios:

AcidPink dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
AcidPink dijo...

Muy interesante.Buen trabajo